Almadraba

Según el Diccionario de la Real Academia de la lengua española:

nombre femenino
1. Pesca del atún.
2. Lugar donde se pesca y donde después se prepara el atún.

La almadraba define, primeramente, una modalidad de pesca temporal del atún con redes y en la costa o cercana a ella. Dicha pesca ha sido una constante histórica desde tiempos inmemoriales en el ámbito del Mediterráneo y Atlántico próximo, especialmente en las inmediaciones del Estrecho de Gibraltar, donde aún se pesca con el mismo sistema de hace siglos, aunque con evidentes transformaciones, especialmente las que tienen que ver con los usos, maquinaria y herramientas empleadas.
La fecha en que se instala las almadrabas se vincula con la del paso del atún desde el océano al Mediterráneo, y viceversa, y también otras condiciones biológicas y climáticas. Siendo un pez gregario, dicho paso suele transcurrir entre los meses de marzo y agosto. Se trata de una migración gamética, pues el atún busca desovar en aguas más cálidas, volviendo al Atlántico una vez realizada la puesta.
El conocimiento de esta migración por el hombre, hecho que debió verificarse muy temprano en el tiempo, posibilitó su adquisición de proteínas en determinadas épocas, primero aprovechando los atunes varados en las orillas, al igual que hacían los animales carroñeros, y luego colocando trampas que cortasen la marcha de los atunes para ser capturados con las herramientas disponibles.
Fue por tanto la pesca del atún, como otras, deudora del desarrollo técnico a que el hombre hubiese llegado en cada momento, y este desarrollo conllevó un mayor o menor éxito en las capturas, al que desde luego se vinculaba el número de piezas cobradas al mar.
Históricamente, se habla de dos sistemas de pesca con redes o tipos de almadraba: la de tiro (v.) y la de buche (v.) , apareciendo la de monteleva (v. ) derivada de esta última.
En segundo lugar, hablamos también de almadrabas para designar los lugares donde se realiza o se ha realizado en tiempos pretéritos la captura del atún, por ejemplo, la almadraba de Barbate, la almadraba de Conil, la almadraba de Larache, etc.
El lugar de la almadraba lleva asociados una serie de elementos  imprescindibles para la propia pesca y también para la transformación de la materia prima en un objeto comercial. Así hablamos de almacenes para las redes, barcos, anclas, etc. ; de almacenes para la sal, para las ánforas o para los barriles, etc.; de dependencias y otros espacios utilizados para el despiece del atún y su tratamiento previo a su envasado y comercialización.
La existencia de piletas, balsas o saladeros es muy común a lo largo de la historia, conservándose aún las de Baelo Claudia, Zahara o Barbate, correspondientes a tres épocas distintas.
Todos los espacios que conforman la factorización del atún se han venido conociendo en épocas contemporánea con el nombre de chanca, siendo en la edad moderna el real de la almadraba el lugar alrededor del cual pivotaban las actividades relacionadas con la pesca del atún.
Dado que, como hemos indicado, el atún entra a desovar al Mediterráneo (atún de ida) y luego vuelve al océano (atún de vuelta), han existido tradicionalmente almadrabas, como la de Barbate, para cortar el paso en uno y otro sentido, con ligeras variaciones en el sistema de pesca. En cualquier caso, el atún que entra en el Mediterráneo fue siempre más apreciado que el que vuelve, dado que su cantidad de grasa es muy superior, lo cual implica mayor volumen y sabor.