Obra de Casto Fernández Shaw, de 1949, situada en la salida de Barbate a Zahara de los Atunes. El edificio, destinado originariamente a matadero municipal, se diseñó con un criterio pragmático, construyéndose a imitación de los cortijos andaluces, con patio central y pozo, y acceso desde él a todas las dependencias. A las afueras del pueblo y rodeado de campo, en su tiempo hacía juego con el espacio que lo encuadraba. Su cercanía al río, obedecía a que gran parte del ganado que se sacrificaba en él procedía de la dehesa y pagos, como el de Manzanete, situado a los pies de Retín.
Las distintas dependencias servían para todo el proceso de la carne; una sala para el sacrificio, otra sala para almacenamiento y unas pequeñas habitaciones para laboratorio.
Hoy es sede de las dependencias de Cultura, con Archivo, Biblioteca y Radio municipales.

Este edificio, obra de Federico Ristori Lora, fue inaugurado como mercado municipal de abastos en 1947, sobre la antigua iglesia de San Paulino, que había sido derribada en 1929.
El edificio contaba con una nave principal que albergaba los puestos de venta en sus laterales y en el centro. También con una nave con arquerías que servía de lonja.
En los años 70 se cerró como mercado, dada la contrucción del nuevo en la década anterior, y en los 80 se remodeló totalmente para convertirse en Casa de la Cultura. Se le añadió un piso alto, el cual fue destinado a biblioteca, destinándose la sala de la lonja a exposiciones, y ampliándose las zonas de tejas curvas, las cuales dan personalidad al conjunto.
